Acto de fe
Hoy no estás aquí y a
la distancia,
permanece tu esencia
como
la constante de una
realidad
cautiva, prisionera en
los
espacios que quedaron
plenos de
caricias y de vida. Empieza
la
tarde y tu recuerdo me
acompaña
cada día que amanece,
y
se parece este día al
de
ayer, pero al ayer lo
llenó
hasta los bordes tu
presencia, que
la escancio lento en
hoy para
no extrañarte. Hoy no
estás aquí,
pero aún resuena el
eco de la
calidez de tus
palabras y la
nostalgia anestesia la
respuesta
del silencio que tiene
el ritmo
pausado de tus
latidos, y me
siento bien cuando te
pienso.
La tarde se hace
noche y aunque
no estas disfruto
alegre y franca
del crepúsculo, con
el último
rayo de luz, mi mente
te arrulla
y deposito suavemente
tu
recuerdo en la
delgada y
transparente cuna de
la luna.
Hoy no estás aquí,
pero eres en
cada tiempo lo que
necesitas
ser cada momento, eres
la
promesa muda de otros
encuentros
sin silencios para
otros días
sin ausencias, por
eso es bueno
que hoy no estés aquí.
Porque eres
lo que creo sin
tenerte, existe
lo que eres para mí
aún sin
verte, porque estás
en cada
espacio de mi cuerpo,
llenando
cada día de mi mente,
por eso
importa nada que hoy,
no estés aquí.
Marilú abril2009
Registro en Indautor en trámite
Excelente Maru!! En verdad fabuloso.
ResponderEliminar