Tú el amado
Yaces
a mi lado tú, el amado
y
respiras el aire dulce de
palabras
apenas susurradas
escondidas
tras la almohada.
Tibias
se liberan cuando yaces
junto
a mí. Tú el amado te
abandonas
al pausado sopor
de
mis latidos, a la hipnótica
embriaguez
que provoca mi mirar
sereno
que acaricia lento
tu
fuerza vulnerada, tu lánguido
reposo
de infante adormecido.
Tú
el amado.
Marilú
130813