jueves, 16 de junio de 2011

MORIR POR AMOR NO ES IGUAL QUE MORIR DE AMOR


MORIR POR AMOR NO ES MORIR DE AMOR

¿Vale la pena morir por amor? Si la violencia en sí no es justificable en ningún sentido y de ningún modo, mucho menos se justifica la violencia contra la mujer en cualquiera de sus formas. Sean cuales fueren los motivos que provocaron esta tragedia, no debe ser ésta la forma de terminar la vida de ningún ser humano. 
¡Nadie pertenece a nadie! nadie merece ser esclavo de los sentimientos o pasiones de otra persona, nadie merece ser víctima del "amor". . .


Como un modesto homenaje a esta mujer, que como tantas otras en mi México y en el mundo entero, sufren y son víctimas de violencia tan solo por su condición de género; pero ésta joven mujer, madre de familia, con un título universitario, bella en el sentido físico y espiritual, trabajadora del estado, con una jefatura de departamento en una institución de educación superior, compañera de trabajo, productiva a su patria y proveedora de su hogar. Finalizó su vida a manos de un marido enloquecido por celos, quiero pensar que estaba loco, porque solo así podría intentar imaginar alguna razón para un acto totalmente irracional.


Ciego ante los valores y virtudes de su compañera, y cierto de que sin importar la estatura moral de "su mujer" él, como su "dueño" y "señor" decidió, en un acto deleznable de soberbia y misoginia, que no merecía seguir viviendo.

Porque no importa cuanto crezcamos como personas, cuanto nos esforcemos por terminar una carrera, cuanto sacrifiquemos por conciliar una vida familiar con una profesional, nunca mereceremos el respeto suficiente ni seremos lo suficientemente dignas como para no pertenecer a nadie.

Mi reconocimiento a este ser humano por su valor, por su esfuerzo como madre, por su talento como profesionista y por su coraje como ser humano al dejar ver que tenía el derecho de poner los ojos en alguien más, o mejor dicho, dejar ver que alguien más que "su señor" apreciara su valía y fortaleza.

¿Qué estamos haciendo mal como sociedad? pero lo que es igual de preocupante, ¿Qué estamos haciendo mal como madres? 
Educamos machos insensibles y faltos de respeto por aquéllo que les debería merecer el más alto reconocimiento como el único origen de su condición de hombres.
Seguiremos siendo víctimas de lo que formamos, generación tras generación, mientras no nos ocupemos de sensibilizar en la equidad de género a los niños de nuestros hogares, mientras permitamos que nosotras mismas y nuestras hijas, sirvan los alimentos primero a los hombres de la casa, aunque lleguemos de trabajar unas y de estudiar otras, mientras toleremos que nuestros hijos no se laven su ropita porque son varones, y nuestras niñas no salgan solas a la calle sin un hombre, hermano o padre, para que las respeten, para que estén seguras, mientras alimentemos en nuestros hijos varones la idea de que no vale una mujer sin hombre y si vale es por su hombre, seguiremos expuestas a su menosprecio y fomentaremos su violencia. 




Marilú2M11

2 comentarios:

  1. Terrible es ver que un pequeño quede sin madre, cuando la causa es un accidente o una enfermedad, pero que se le desgarre el alma por la voluntad del padre no tiene cabida como acto racional... No es de amor y tampoco por amor esa muerte, es por malformación, como bien dices...
    Rafael Vega Arias

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar