YADI
(A mi hija a cinco meses de su partida)
En un respiro me quedé
perdida
me quedé varada en un suspiro
último de vida
un suspiro que arrancó
casi la mía.
Hálito escapándose en tu
aliento
un soplo suave y apacible de aire
se llevó tu alma,
la integró a un universo extraño,
diferente.
La elevó a un sin tiempo
a un no espacio
a una no medida por nadie jamás
imaginada.
Y aquí me quedo yo, en este mundo
azul
frontera líquida entre
mi ser fugaz
y tu no estar inmortal,
huérfana de ti.
Tú situada en una órbita
distinta
circundando mares siderales
navegando océanos de
estrellas.
Transparente, tan lejana ya de mi
tan ausente toda tú
tan presente toda
en mí.
Marilú junio2011
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