miércoles, 27 de febrero de 2013

DE HUMO





DE HUMO


Nos perdemos en el humo 
y se fusionan nuestras siluetas
reflejadas en el muro.
¿Líneas efímeras humeantes? o
simplemente nos perdemos en el
humo.
Invadimos el espacio
con volutas amorfas con el
deseo nos evaporamos y
luego desaparecemos para
volver a dibujar el aire con
hilillos transparentes.
Y nos perdemos en el humo para ya
desvanecernos en concupiscente
transmutación de incienso verde y
plegaria vaporosa, sacrificio sublime
en espacios huecos, turbios, salobres,
difusos de aquella libertad
confundida y ausente de
liberación.
Desaparecemos en el humo,
nos montamos en las
espirales de un ascendente
vaho luminoso.
Nos perdemos, nos evaporamos,
nos fugamos.

Marilú 220113

jueves, 14 de febrero de 2013

EL AMOR ES UNO


El amor es uno


No hay amor secreto ni callado,
se manifiesta en cada poro
de la piel del que ama amando.
Es amor y tiene muchas caras
Sin embargo, el amor es uno.

No hay amores cortos ni largos
pues el amor no tiene medida
el amor es uno el que se piensa
amor es también el que se espera
Sin embargo, el amor es uno.

No hay amores rosas ni negros
ni tampoco lentos o fugaces
Que hay amores de género y
geográficamente ubicados
Sin embargo, el amor es uno.

No hay amor salvaje ni domado
El amor no acepta condiciones
Seduce, no se deja seducir
Es libre,  solo deja oír su voz
Sin embargo, el amor es uno.

Marilú 140213


Si el hombre pudiera decir


Si el hombre pudiera decir lo que ama,
Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
Como una nube en la luz;
Si como muros que se derrumban,
Para saludar la verdad erguida en medio,
Pudiera derrumbar su cuerpo, dejando solo la verdad de su amor
La verdad de sí mismo,
Que no se llama gloria, fortuna o ambición,
Sino amor o deseo,
Yo sería aquel que imaginaba;
Aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
Proclama ante los hombres la verdad ignorada,
La verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
Como leños perdidos que el mar anega o levanta
Libremente, con la libertad del amor,
La única libertad que me exalta,
La única libertad porque muero.

Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

Luis Cernuda (1902 – 1963)